Considerando la importancia del agua, la ONU insertó, en su Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, la disponibilidad de agua potable, su uso sostenible y el acceso al saneamiento. Esto demuestra el compromiso de la organización y su comprensión de la relevancia del tema y sus impactos en la salud, la educación, el trabajo y los ingresos. En Brasil, la escasez de agua es más fuerte en el noreste, una región potencialmente más vulnerable a los efectos del cambio climático, especialmente el semiárido.

Así, el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) desarrolló, en cooperación con la Universidad Federal de Bahía (UFBA), una serie de estudios que pueden contribuir a la comprensión de este fenómeno y al desarrollo de estrategias para superarlo. Este trabajo fue coordinado por el equipo del Programa Semear Internacional (PSI), una donación del FIDA, realizada por el IICA – Instituto Interamericano de Cooperação para a Agricultura.

El resultado que se presenta en este libro tiene como objetivo analizar el impacto de los fenómenos meteorológicos extremos en el empleo y los ingresos en el mercado laboral de los municipios del Nordeste y del semiárido. Las conclusiones muestran que la escasez de precipitaciones y la sequía están asociadas con una reasignación sectorial del empleo hacia el trabajo asalariado formal, mientras que se reduce la proporción de empleos informales y autónomos. Los equipos de la UFBA y la ISP creen en la importancia de compartir esta información para contribuir a la búsqueda de soluciones y mejora de las políticas públicas en el campo del enfrentamiento de la pobreza en el semiárido brasileño.