El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el IICA, a través de Programa Semear Internacional, se juntaron al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), para elaborar un estudio que tenga como objetivo contribuir a la comprensión del impacto de los fenómenos climáticos extremos en la vida de los niños y adolescentes del semiárido nororiental brasileño. La articulación fue naturalmente posible debido a la intersección entre los temas más relevante para las dos agencias en Brasil, notablemente el semiárido, la niñez y la juventud, trabajaron desde la perspectiva de mejorar las capacidades de las personas.

Durante la concepción del estudio, Unicef ​​Salvador contribuyó con la presentación del equipo de la Universidad Federal de Bahía (UFBA), que estuvo a cargo, a través de un grupo de investigación específicamente designado para la preparación del estudio y el desarrollo de todas las investigaciones. y análisis que lo componen. Metodológicamente, el estudio fue posible gracias a la construcción de tres bases de datos para la región Nordeste: climática (precipitaciones, temperatura mensual y situaciones de emergencia); salud (Departamento de Informática del Sistema Único de Salud – Datasus); y educación (Instituto Nacional de Estudios e Investigaciones Educativas Anísio Teixeira – Inep).

Los resultados encontrados confirman que los choques climáticos y la ausencia de lluvias se asocian con peores indicadores de salud y educación, y sus efectos negativos se sienten más en la zona semiárida. Se ha comprobado que existen conexiones entre el aumento de la mortalidad infantil y la disponibilidad y calidad del agua, por ejemplo. Otro efecto expresivo está relacionado con el impacto de los períodos de sequía en el progreso escolar, corroborando que la falta de hidratación adecuada también repercute en el aumento cognitivo de niños y adolescentes de la Región Semiárida Brasileña, lo que contribuye negativamente al problema histórico y crónico del subdesarrollo humano en la región.